En cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al monte Horeb y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando se volvió a un lado para observar más de cerca aquella maravilla, Dios (o más exactamente un ángel de Dios) le habló desde la zarza, revelando su nombre (es decir su verdadero significado) a Moisés.
En la época del emperador Constantino, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí, pero la mayoría de los expertos creen que se encontraba mucho más al norte.
Dios dijo a Moisés que debía volver a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés primeramente declaró a Yaveh que él no era el candidato para realizar dicha obra encomendada, dado que al parecer padecía de tartamudez.
En la época del emperador Constantino, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí, pero la mayoría de los expertos creen que se encontraba mucho más al norte.
Dios dijo a Moisés que debía volver a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés primeramente declaró a Yaveh que él no era el candidato para realizar dicha obra encomendada, dado que al parecer padecía de tartamudez.