lunes, 23 de noviembre de 2009

Revelación en la zarza ardiente


En cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al monte Horeb y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando se volvió a un lado para observar más de cerca aquella maravilla, Dios (o más exactamente un ángel de Dios) le habló desde la zarza, revelando su nombre (es decir su verdadero significado) a Moisés.
En la época del emperador Constantino, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí, pero la mayoría de los expertos creen que se encontraba mucho más al norte.
Dios dijo a Moisés que debía volver a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés primeramente declaró a Yaveh que él no era el candidato para realizar dicha obra encomendada, dado que al parecer padecía de tartamudez.

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